De lo dicho sobre este sitio y lo que sigue, quedará claro que nació en lengua española. Desde al principio tuve la idea de hacerlo bilingüe (español-inglés), pero sólo hasta finales de 2019 me decidí a hacerlo, poco a poco. Son muchas traducciones, primero burdas y luego pulidas. Le pido al lector de habla inglesa que tenga algo de paciencia.
Lo que se pretende, tanto en el contenido como en su estructura, es buscar y lograr la paz. Se trata de llegar a tener una serenidad o sosiego interior. En lo que sigue de esta página, sobre este sitio, comenzaremos a ver cómo en su estructura se favorece la búsqueda y el logro de la paz.
Semblanza del Dr. Paulino Quevedo Henández.
La paz se encuentra sobre este sitio en muchos niveles: personal, familiar, laboral, social, nacional e internacional, o global, como ahora se acostumbra decir. La paz no es sólo ausencia de guerra o de mal, sino la presencia de un bien de suma importancia para todos y cada uno de nosotros.
La paz comienza en el interior de cada uno, y como se trata de un bien, y el bien es difusivo de suyo, resulta que la paz personal se va difundiendo hacia los demás y se va extendiendo hacia niveles sociales cada vez mayores. No es el caso de que suceda al revés: que la paz social sea la causa de la que es personal e interior. La paz la da Dios en lo interior del alma de cada persona. Aun así, es importante pedirla y buscarla inteligente y diligentemente. Dios no suele dar la paz como premio a la pereza.
En la página inicial o principal de este portal aparecen en el menú vertical de la izquierda los siguientes temas:
Dichas realidades deben ser debidamente ensambladas o armonizadas a fin de lograr sobre este sitio el peculiar ensemble que nos facilite el logro de la paz; claro, con la ayuda de Dios. En todas estas realidades hay muchas cosas que histórica y socialmente han ido quedando establecidas, y en las cuales hay muchos errores; y éstos son un serio impedimento para lograr el peculiar ensemble requerido por la paz. Por eso es tan importante que tengamos el valor de analizar y descubrir tales errores, para luego obrar en consecuencia. Analicémoslo un poco.
Si picamos con el ratón (clic) esos temas del menú vertical, iremos a las páginas donde se hace una primera presentación de cada uno de ellos. De propósito he terminado todas esas presentaciones, quizá con repetitiva molestia para algunos lectores, diciendo lo mismo casi textualmente. Por ejemplo, al hablar de los valores se dice:
Lo hice así para destacar el hecho de que los errores familiares, educativos, y de las otras realidades mencionadas, tienen todos un similar efecto negativo que deteriora nuestra paz. El desglose de dichas realidades no pretende ser exhaustivo, ya que muchas otras realidades pueden tener un efecto similar, sobre todo en situaciones especiales; pero ciertamente las mencionadas son las principales, porque siempre tienen dicho negativo efecto, y lo tienen de manera que afecta muchos aspectos de nuestra vida, y también afecta a las demás realidades clave.
Por ejemplo, los errores en nuestra educación afectan a nuestra familia, nuestro trabajo, nuestra sociedad, nuestro universo mundo, y a la forma en que concebimos nuestros valores y nuestra religión. Invito al lector a que considere sobre este sitio la forma en que cada una de dichas realidades afecta a las demás, y en general a nuestra vida.
A eso se debe que las fallas o errores de cualquiera de estas importantes realidades impida que logremos la paz que tanto anhelamos, o que la logremos de un modo satisfactorio. El debido ensemble de todas ellas es muy importante. Por eso no he querido hablar de ensamble, sino que he preferido usar el término ensemble —ya aceptado por la Academia de la Lengua Española—, que suele ser usado para designar la peculiar armonía de ciertos conjuntos musicales.
He insistido en esto, sobre este sitio, porque muchas personas están dispuestas a reconocer que hay errores o fallas en una o varias de las mencionadas realidades, pero no en todas, ya que pueden estar encariñados con los errores de algunas de ellas. Por ejemplo, quienes trabajaban con empeño en mejorar las escuelas de negros tenían resistencias respecto a que dichas escuelas debieran desaparecer.
También es difícil reconocer que haya errores en los valores o en la religión que uno mismo ha recibido de padres y abuelos, y que ha vivido desde la infancia, como lo prueban patentemente las guerras de religión. Esos cismas y guerras ponen de manifiesto que la paz se pierde cuando se deja la religión fuera del ensemble; y lo mismo sucede, en mayor o menor grado, con las otras realidades clave.
Toda esta problemática se puede captar de un modo más vivo y concreto en la serie de artículos La vida se nos ha hecho difícil, que se ofrece en este mismo sitio web.
Pregunta. ¿Por qué la paz tiene que ser cristiana?
Respuesta. La paz no tiene que ser cristiana. De hecho muchos no cristianos logran la paz. Pero en la paz hay grados, y la paz en plenitud sólo se logra ante la esperanza cierta de eternizarse felizmente uno mismo, superando la muerte. Y eso sólo se ha logrado en el cristianismo, gracias a que Cristo, resucitando, venció a la muerte.
Nació en Guadalajara, México; católico, laico y casado. Es el creador y administrador del presente sitio web.
Después de estudiar Ingeniería Electrónica descubrió su vocación por las humanidades, se doctoró en Europa y de manera profesional se ha dedicado principalmente a la Filosofía, la Pedagogía y la Teología. Él considera que, aunque se trate de tres carreras universitarias distintas, en realidad se trata de los tres saberes universales, que conforman una sola profesión.
Se ha querido añadir, sobre este sitio, que Paulino nunca ha sido sacerdote ni religioso, sino siempre laico. Esta aclaración se debe a que, al leer sus escritos teológicos, algunas personas han pensado que colgó la sotana.
En este sitio web se admiten mecenas. Ver Mecenazgo y paz y/o Red de mecenas, donde se les agradece su generoso apoyo.
paulino.quevedo@gmail.com
Apr 20, 22 11:17 PM
Dec 25, 21 12:30 PM
Dec 25, 21 12:26 PM
Este sitio web busca la paz, primero personal y luego social. Procura descubrir y corregir los errores que se han establecido en los principales aspectos de nuestras vidas: política, moral, valores, religión, etc. Esto puede verse como algo agresivo, sin que lo sea en realidad. Importa mucho leer con mente amplia y sin prejuicios, con una actitud crítica y constructiva.